
Ha llegado el momento de descansar, de desconectar y de coger energía para la vuelta.
Nos vemos el 4 de septiembre, con nuevos restaurantes.
¡Feliz verano!
Teresa
Opiniones acerca de sucesos, eventos o aspectos del día a día. Expresaré mi punto de vista sobre distintos temas ya sea positivo, como negativo. Incluiré indignaciones y cosas que no me gustan para aportar mi grano de arena a la diversidad de opiniones.
Ha llegado el momento de descansar, de desconectar y de coger energía para la vuelta.
Nos vemos el 4 de septiembre, con nuevos restaurantes.
¡Feliz verano!
Teresa
Hace muchos muchos meses que publiqué el último post en este blog.
Y desde entonces, me he mudado, me he casado, me he ido de viaje de novios y, básicamente, he vivido un poco la vida.
Pero a medida que iban pasando los meses sentía que necesitaba volver a hacer esto. Ya no únicamente escribir los posts sino, sacar tiempo para salir a comer fuera ya que, en los últimos meses, no hemos ido más lejos de la calle de al lado.
Porque los momentos en los que, un día cualquiera, descubrimos un nuevo restaurante que nos enamora son impagables.
Así que, con ganas, con energía y con ilusión, desde este próximo miércoles 16/01… ¡volvemos!
Teresa
Mi relación con las series es una cosa bien extraña. Me gustan, veo muchas, pero no soy de esas personas que serie que sale, serie que ve. No. Por norma general, me da mucha pereza ponerme a ver una a no ser que me lo pongan muy fácil. Y para mí muy fácil es que la echen por la tele después de cenar para que yo me pueda poner el sofá tranquilamente a verla o grabarla para verla otro día.
Así que de ese estilo de series, he escogido las que para mí han sido las 5 mejores que he visto este año.
¿Cuáles han sido las vuestras?
Teresa
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El cine es una de mis grandes pasiones y hay meses que no me da la vida de tantas películas que quiero ver.
Así que he hecho el gran esfuerzo de sintetizar todas las películas que he visto en 2017 y hacer un top 5. No están en orden y he visto muchas otras que también me han encantado, sin embargo, en mi opinión las mejores han sido:
¿Cuáles han sido las vuestras?
Teresa
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Vivo mi vida con música.
En mi cabeza todas forman parte de un gran musical que es mi existencia.
Tal y como ha ido 2017, ha sido muy necesario ponerle banda sonora para desconectar momentáneamente de la realidad.
Además he tenido la suerte de poder ir a varios conciertos de artistas a los que admiro muchísimo de estilos muy diferentes y, sin duda, ése ha sido uno de mis aspectos favoritos del año.
De las que surgieron en 2017, para mí, las mejores canciones son:
“We push and pull like a magnet do”
“And if you’re under him you ain’t getting over him”
“maybe you just hate the thought of me with someone new”
“me has dejado malherido y tengo tu voz y tus ojos dentro mío”
“yo no quiero un niño que no sepa nada, yo prefiero un tipo que me dé la talla”
¿Cuáles han sido vuestras canciones favoritas?
Teresa
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Querida,
La felicidad, el verdadero sentido de la vida, no es aparentar que eres quién sabe qué. No es gastarte el poco o el mucho dinero que tienes en cosas absurdas que permitan que los demás crean que tienes cierto estatus.
No querida.
La felicidad es levantarte un lunes y que se te haga menos cuesta arriba cuando enciendes el móvil y te encuentras un mensaje de audio suyo diciéndote “Buenos días princesa”.
Es que un martes en el que apenas os vais a ver, te sostenga con ánimos la hora que disfrutáis juntos para comer.
Es que un miércoles no tengas que hacer planes más que decidir qué película ver y a qué cine ir porque es el día del espectador y es vuestra tradición.
Es que un jueves venga él a esperarte al trabajo con la mejor de sus sonrisas pese al calor y que deis paseos interminables para exprimir cada minuto.
Es que un viernes estés esperando con todas las ganas del mundo la hora en la que él sale de clase, le vayas a buscar y hagáis de una cena en cualquier restaurante, la cena más romántica del mundo.
Es que un sábado, que por fin tenéis libre los dos, hagáis mil planes, queráis hacer mil cosas y al final solamente hagáis un par de ellas, porque os basta y os sobra estar el uno con el otro.
Es que un domingo vayáis los dos a pasear cerca del mar, toméis el vermut y volváis a comer con la familia, la que siempre está.
Eso, querida, es el verdadero valor de la vida.
Lo demás son excusas y barreras absurdas que tú te pones por miedo.
Te compadezco. De verdad que sí.
Y te invito, de todo corazón a experimentar el poder absoluto del amor incondicional.
Teresa
¿Sabéis qué hacía yo cuando era pequeña y, por ejemplo, se me escapaba el balón jugando en el parque? Me tapaba las orejas en vez de salir corriendo a por él.
Imagino que de tanto oír a mi madre decirme: “¡pero corre tras la pelota!”, aprendí que desesperarse y quedarse quieto no sirve de nada y que para solucionar un problema hay que tomar acción.
Intuyo, pues, que todas esas personas que cuando ahora ocurren cosas indignantes en el mundo se quedan quietos lamentándose, no tuvieron la misma suerte que yo y nadie les dijo que para lograr algo, tienes que hacer algo.
Y claro, así nos luce el pelo.
Vivimos en una sociedad llena de gente inmóvil y de lengua muy suelta. ¿Sabéis como le llamo yo a eso? Cobardía.
Nos han hecho creer, no tengo muy claro quien; que decir nuestra opinión desde la comodidad de nuestra casa y desde el anonimato que nos confieren las redes sociales es ser valiente. Pero criticar y no hacer nada por cambiar las situaciones que nos parecen injustas es muy cobarde. No nos engañemos. Que no nos engañen.
O ¿cómo creen que se construyeron las sociedades en las que vivimos actualmente? Pues gracias a gente que no tuvo miedo, que antepuso lo mucho que tenían por lograr a cualquier temor a represalias. Vivimos en un mundo construido por valientes y ¿vamos a negarles a las generaciones venideras ese privilegio?
Tenemos que pasar a la acción sino nada de lo que deseamos va a suceder.
No se qué le pasa a mi generación y a las más jóvenes que, aún no teniendo nada (porque no nos engañemos, tenemos poco), no somos capaces de luchar por nuestros derechos, por aquello que nos pertenece, por lo que es justo.
Tenemos muchísimo más por ganar que por perder.
¡Dejad de quejaros! ¡Salid de casa! ¡Haced algo!
Que yo se que pretender cambiar el mundo es una meta muy grande, pero no hablo de cambiar lo que pasa a miles de kilómetros; hablo de cambiar lo que pasa en nuestra comunidad de vecinos, en nuestro barrio, en nuestra ciudad, en nuestro país.
Porque nos han vendido que no podemos. ¡Y joder si podemos!
Si no hacemos nada, ¿quién lo hará? ¿La pandilla de incompetentes que tenemos por gobierno y políticos? No lo creo.
Aprendamos de una vez por todas que si queremos algo, tenemos que actuar.
Nuestros bisabuelos, nuestros abuelos, nuestros padres…todos lo hicieron en su momento. Lucharon defendiendo sus ideales, corrieron delante de la policía, se manifestaron enérgicamente por las calles sin parar. ¡Hagámoslo nosotros ahora! Que cuando nuestros hijos, en el futuro, miren atrás puedan estar orgullosos y decir que sus padres fueron unos valientes.
Quizás estoy pidiendo demasiado y como decía Amelie Poulain: “Son tiempos difíciles para los soñadores”; pero yo no me rindo. Yo creo que son tiempos difíciles para todos. Pero para los luchadores, los que imaginan un futuro mejor y actúan para lograrlo, para ellos las cosas no serán tan complicadas.
¿De qué lado queréis estar?
Teresa
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Hoy cumplo 27 años siendo más consciente que nunca que cada año que uno cumple es un montón de lecciones que se lleva para su crecimiento personal.
27 años no son muchos y, si hay suerte, aún me queda mucho por aprender.
Pero creo que en estos 27 años de vida, algo he aprendido así que he decidido resumirlo en 27 lecciones vitales.
Espero seguir aprendiendo mucho más y no dudéis que todo lo que aprenda, lo compartiré por aquí.
Teresa
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Siempre he sido más de inicio de curso que de inicio de año.
Supongo que en el fondo soy una nerd que disfrutaba empezando el cole y para la que el mejor momento del año era cuando tenía que estrenar una agenda nueva
Y eso ocurría en septiembre.
A medida que me he ido haciendo mayor, Septiembre ha sido siempre el mes en el que volvía al trabajo, aunque ahora hace 2 años que tengo vacaciones también en este mes, lo cual me da una sensación placentera pero extraña.
Aún así, cuando empieza este mes, me permito reflexionar, pensar lo que quiero lograr en el próximo “curso”, establecerme unos objetivos claros en varios aspectos de mi vida y marcarme metas que me ilusionen.
Y todo esto lo hago con las pilas cargadas porque en verano me he dado una buena dosis de mar. Para mí, es vital.
Me enseña…
…que las cosas malas solo es cuestión de tiempo que desaparezcan.
…que la experiencia se adquiere superando adversidades.
…que la mayor belleza suele residir en las profundidades.
…que si hay ganas, no hay límites.
Así, sin límites, con nuevas ideas, nuevo contenido, energías renovadas y mejorías que iréis viendo poco a poco; empezamos nuevo curso en El Rinconcito de Teresa.
Teresa
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Es curioso observar las distintas etapas por las que pasa una persona.
Como, casi de la noche a la mañana, pasamos de sentir la necesidad de volar lejos del hogar a querer echar raíces y a sentir nostalgia de nuestros orígenes.
Y digo que es curioso porque creo, según mi propia experiencia y mi observación de las personas que me rodean, que el único factor que determina el momento de ese cambio es la edad. No hablo de momentos vitales que a todos nos pillan en distintas edades. Hablo de que, a determinado número de edad, yo diría que hacia los 26 por lo que he podido ver, uno empieza a notar la necesidad de lo que nuestras abuelas llamaban “sentar la cabeza”.
Lógicamente, con el cambio de los tiempos esa expresión ya no se refiere a que empezamos a querer casarnos y tener hijos, al menos no únicamente, sino que de repente sentimos un deseo muy fuerte de tener un lugar al que pertenecer, un lugar al que volver si tenemos que partir.
Porque transitamos de sentirnos de vuelta de todo, de sentirnos tan descaradamente jóvenes que podemos hacer lo que nos plazca; a una situación en la que, aunque seguimos manteniendo algunas cosas de esta etapa anterior, nuestras responsabilidades empiezan a ir en aumento, empezamos a ser más conscientes de que tenemos que medir mejor nuestros actos porque pueden tener consecuencias. Sentimos que la vida nos ha dado ya algún que otro palo y nos apetece sentir que pertenecemos a algo. Y es entonces cuando cobra sentido todo aquello que habíamos oído acerca de las raíces y de construir algo que sea nuestro.
Pero el viajero que huye, tarde o temprano, detiene su andar
Porque la aventura está bien y querer explorar es la base del crecimiento y debe mantenerse siempre, pero a todos nos llega un momento en que inevitablemente sentimos la necesidad de detener nuestros pasos, de pararnos y pensar: ¿qué he conseguido hasta ahora? ¿qué quiero conseguir a partir de ahora?
Y la pregunta más importante de todas: ¿cómo quiero que sea mi futuro?
Periódicamente es necesario pararse y pensar en la propia vida, para poder detectar si se necesita reenfocarla.
Y cuando eso se hace, es muy reconfortante saber que tienes un lugar al que volver, unos brazos deseosos de abrazarte pase lo que pase.
Porque la sensación de emprender un viaje es indescriptible, pero con los años aprendes, que es igual de maravilloso el momento del regreso y la emoción de sentirte en casa.
Teresa
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