Si hay un sitio en Barcelona para llevar a alguien que visita la ciudad y que quieres que quede encantado, ese es El Nacional.
Está situado en pleno centro turístico de Barcelona, en Passeig de Gràcia 24. La entrada se hace por un paseo casi escondido que nos lleva como a otra dimensión, a un oasis de glamour, sofisticación y, cómo no, de comida.
La peculiaridad de El Nacional es que, en un mismo espacio, hay 8 establecimientos distintos que ofrecen diferentes tipos de productos. Está conformado por 4 restaurantes y 4 barras, lo que le hace especial e ideal para visitarlo en cualquier ocasión, ya sea para tomar algo simplemente o para comer algo más elaborado.
Entre los restaurantes más formales, por llamarlos de alguna manera, encontramos La Llotja, especializado en pescado cocinado de diversas maneras; La Braseria, especializada en carnes; los dos ambientados según la comida que ofrecen, la Taperia, donde los camareros subastan las tapas cantadas “a la malagueña” y uno se tiene que controlar porque diría que sí a todas; y la Paradeta, un espacio en el que simplemente sentarse a tomar un refresco o un café.
Pero sin duda mi parte favorita son las barras, porque son más informales y más relajadas. Encontramos dos centrales, la de vino y embutidos y la de cervezas y conservas, en las que sentados en taburetes podemos tomar unos vinos o unas cañas y pedir unas tapas sencillas, algún pincho y raciones de embutidos deliciosos. Aunque la comida que estas barras se ofrece es bastante sencilla y sin mucha innovación, tiene muy buena calidad y es ideal para un buen aperitivo sin complicaciones.
Las otras dos barras que encontramos son la de cócteles, en la que tanto en mesas altas como en mesas más bajas con sofás se pueden degustar unos cócteles con una pinta buenísima, y la de ostras, con disposición semicircular y en la que tomar unas ostras con cava (no me veréis nunca ahí, ya os lo digo).
Como podéis ver, las alternativas son muchas y seguro que encontráis algo que os guste y que os apetezca. Además, los precios (o al menos los precios de lo que yo he probado) no son nada desorbitados y me parecen muy correctos por el producto que se ofrece y por el ambiente glamouroso que se respira.
Así que, tal y como decía al empezar el post, si queréis llevar a alguien a tomar algo y no sabéis donde ir, llevadle a El Nacional. Acertáis seguro por la variedad y le dejaréis boquiabierto con la maravilla del local, al que las fotos no hacen justicia y hay que verlo en directo; y más ahora que está totalmente decorado con temática navideña y está precioso.
Teresa
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