Cuando llega el verano, una de las cosas de las que más disfruto sin duda es de tomar algo en una terraza después de trabajar o por la tarde, aprovechando que aún hay luz natural y que refresca un poco.
Desde hace unos años, la calle Blai, uno de los ejes del barrio del Poble Sec, se ha convertido en un punto de encuentro de jóvenes y turistas que buscan gran variedad de tapas y bebida a precios asequibles.

Assegut a la Plaça del Sortidor, aquí t’espero […] on comença el carrer Blai, que és la petita rambla del Poble Sec.
A este precio uno puede asustarse y pensar, con todo el derecho del mundo, que la calidad no será muy alta. ¡Pero ojo! Como todo en la vida hay que saber escoger. Obviamente no encontraremos delicatessen ni alta cocina, pero si sabemos observar bien cada uno de los sitios por los que pasamos, encontraremos calidades aceptables.
Mi consejo es hacer una ronda de reconocimiento antes de sentarnos en una terraza. Podéis empezar por la Plaça dels Ocellets, uno de los extremos de la calle, e ir mirando ya no solamente los precios que como ya he dicho son muy similares en todos lo sitios; sino la totalidad de los locales: el interior y la decoración, que suele darnos una imagen bastante nítida de como será la comida en cuanto a pulcritud y presentación; el público que tiene y sobretodo debemos tener en cuenta que al carro de las tapas se apunta todo el mundo y no todo lo que va en un plato pequeñito y con un palillo clavado es un pincho.
Tapear es una filosofía de vida, la de no conformarse con solamente una cosa, la de tener libertad de elegir.
Mi favorito es Blai 9, un local situado en la confluencia con calle Salvà. ¿Por qué? Porque saben coger la tradición de la tapa de toda la vida y darle algún giro para que sea algo diferente e innovador. Además, es sin duda uno de los locales con mayor variedad para todos los gustos y tiene opciones muy imaginativas, divertidas y, por supuesto, deliciosas.
El personal es extremadamente amable y están pendientes de ti pero sin agobiarte, y la decoración es muy acogedora, basada en elementos rústicos pero con lineas muy sencillas para no sobrecargar.
Así que, dejémonos llevar por las buenas temperaturas y entreguémonos a las terrazas a disfrutar de buena comida, buena bebida y, sobretodo y como regla fundamental para la vida, de buena compañía.
Teresa
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